Los síntomas cognitivos son un problema frecuente en la población en edad laboral (18-65 años). El abanico de causas es muy amplio, desde quejas benignas de mala memoria hasta enfermedades neurológicas graves. Aunque una división por edad siempre es arbitraria, la evaluación clínica tiene ciertas diferencias respecto a la que se realiza en personas mayores de 65 años, sobre todo porque la prevalencia de enfermedades neurodegenerativas es menor por debajo de los 65 años, y muy rara por debajo de los 40 años. En cambio, suelen ser más frecuentes las causas secundarias de deterioro cognitivo, a menudo tratables. También son comunes las quejas cognitivas subjetivas o las relacionadas con enfermedades psiquiátricas, problemas laborales o personales. Este grupo de pacientes, sin clara evidencia de deterioro cognitivo, forman un conjunto heterogéneo y mal estudiado, pero cada vez más frecuente en las consultas de atención primaria y neurología. En este artículo se intentará proporcionar una aproximación práctica a la valoración de los pacientes con quejas cognitivas en edad laboral, agrupándolos en grandes grupos sindrómicos.
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